domingo, 21 de febrero de 2010

Vuelta a Anapanasati

Anapanasati es una de las más conocidas técnicas de meditación que encontramos en el Canon Pali. Podéis leer el discurso donde Gotama la detalla aquí.

Anapanasati está compuesta por unas 16 etapas, en las que el practicante "entrena" ciertos aspectos de la atención, siempre en torno a la respiración. Es una técnica bastante activa, porque te hace preguntarte una y otra vez sobre lo que estás haciendo, refinando la atención más y más, y decidiendo si pasas a la siguiente etapa o no. Teniendo en cuenta que llevo casi todo el último año con meditaciones mucho más "pasivas" (en las que solo tenía que prestar atención a la respiración -a veces ni siquiera eso- y observar lo que surgía en la mente), el cambio me viene muy bien.

Aunque bueno, esta es mi interpretación de la técnica. Yo animo a todo el mundo a investigar por ellos mismos qué significa cada una de las etapas (basándose en el sutta), pero muchas personas más sabias que yo han hablado de esta técnica, entre los que destacaría a Thanissaro Bhikkhu (aquí podéis escuchar sus charlas sobre el tema, en inglés) y Buddhadasa Bhikkhu, que escribió un libro sobre la técnica, llamado "Mindfulness in Breathing" (creo que está traducido al español, y aquí podéis leer un extracto).



martes, 9 de febrero de 2010

Si esperas lo suficiente...

Si esperas lo suficiente, la nieve se derretirá.
Si esperas lo suficiente, las montañas se aplanarán.
Si esperas lo suficiente, el dolor se irá.
Si esperas lo suficiente, las semillas germinarán.
Si esperas lo suficiente, alcanzarás la liberación.

Las cosas llevan su tiempo y, como dice el refrán: "No por mucho madrugar amanece más temprano". La paciencia es una virtud fundamental en esta práctica, y creo que en la vida en general. Muchos problemas dejan de serlo si esperamos pacientemente a que todo esté en su lugar correcto para actuar.

Ahora bien, la paciencia no implica pasividad o inacción. En todos los ejemplos que os he puesto al principio, la acción de esperar va siempre acompañada de otro proceso, que es el que permite que la consecuencia ocurra: el sol irradiando luz que derrite la nieve, el agua y otros agentes erosionando las montañas hasta que ya no queda nada de ellas, el cuerpo trabajando con la fuente del dolor para acabar con la amenaza, los complejos procesos fisiológicos que conlleva la germinación de la semilla, y la práctica que nos lleva a la liberación. No se trata de sentarnos en un sillón a mirar como nos iluminamos, sino de trabajar activamente (y con perseverancia) para ello.

Y, mientras trabajo, recuerdo que todo lleva su tiempo, y sigo al turrón.