miércoles, 23 de febrero de 2011

Buscando fuera

"Estos dos extremos, oh monjes, no deberían ser seguidos por un renunciante. ¿Cuales son éstos dos? Complacencia en los placeres sensuales, esto es bajo, vulgar, ordinario, innoble y sin beneficio; y adicción a la mortificación, esto es doloroso, innoble y sin beneficio. " (Gotama, SN 56.11)

Una de las primeras cosas que uno tiene claro cuando se mete en algo "espiritual" (pero qué poco me gusta esa palabra), es que la felicidad, si existe, debe buscarse dentro de uno mismo, y nunca fuera. Es a eso a lo que se refiere Gotama cuando dice "complacerse en los placerese sensuales". Los placeres externos son inconstantes, finitos, no satisfactorios...esta es la retahíla que repite todo buen budista desde el día en que empieza a meditar.

Así que podéis imaginar que yo, llevando ya mis 4 añitos de práctica, tendría muy asumido que la felicidad sólo vale si viene de dentro. Pero parece que no es así. Ayer estuve viéndome capítulos de la serie de animación de Superman, que está muy chula, y me acosté pensando en la cantidad de cómics que quería leer de Superman, que si tal o cual aventura...Cuando me he puesto a meditar esta mañana, mi mente no dejaba de pensar en eso mismo. Tanto, que al final de la sentada quería levantarme a buscar cosas, a bajar cómics, etc.

O sea que nada de asumido. Todavía hay muchas cosas que trabajar...el problema es que con Internet a mano, ¡va a serme difícil controlar mis ansias! Fuera de bromas, no me tengo que dormir en los laureles y creer que ya voy muy avanzado (descuidando el mensaje más básico de la enseñanza), porque me pueden pasar cosas como esta.




domingo, 13 de febrero de 2011

Gurús y zen

Estos días hay mucho revuelo en la comunidad Zen norteamericana, debido al descubrimiento de que varios "maestros" Zen han tenido relaciones sexuales con alumnas suyas, siendo hombres casados, y presumiblemente aprovechándose del poder que ejercían sobre ellas.

En el Zen japonés, la figura del "maestro" es muy importante, hasta tal punto que mucha gente afirma que no puedes practicar Zen sin maestro (erh...culpable). Los alumnos tienen entrevistas privadas con sus maestros, que actúan como guías de su práctica, y pasan mucho tiempo juntos. En este contexto, es lógico que se genere atracción sexual y emocional, y que las cosas se desmadren un poco. Pero también es cierto que la relación maestro-alumno no es igualitaria: el maestro tiene poder sobre el alumno. Y, como en todas las relaciones de poder, la tentación de abusar de él es muy grande.

Total, que estaba yo contándole esto a mis amigos el otro día (sí, les doy la plasta sobre cosas budistas), y uno me dijo: "Joder, Pablo, pero es que eos de los gurús no es nuevo, tío". Y tiene razón. Es sólo que, en mi mundillo budista, nunca me había parado a pensarlo así. Pero este tipo de relación maestro-alumno es la que provoca la aparición de gurús. ¿Gurús en budismo? ¿Alguien más piensa que el mundo se ha vuelto loco?

El budismo trata de experimentar la "verdad" por tí mismo, no de venerar a ningún maestro. No hay más guía que el Buda, no hay más guía que la enseñanza. La gente que lleva tiempo en el camino nos ayuda y da consejos, y por eso se llaman "amigos espirituales" (kalyanamitta), pero ¿maestro? ¿Qué narices te va a enseñar un maestro de Zen? ¿Cómo va a ver en tu interior?

Y lo más "triste" de todo es que, en vez de plantearse que esto del maestro no tiene ningún sentido, los americanos no hacen más que darle vueltas a cómo controlar a estos maestros, cómo castigarles, cómo impedir que pasen más cosas de estas...Es una Iglesia Zen buscando la manera de conservarse. Qué irónico.

martes, 8 de febrero de 2011

No esperar nada

Inspirando, espirando, comprendo que no hay nada que esperar, y que debo disfrutar de cada inspiración y cada espiración. Y no es disfrutar en el sentido de encontrarles belleza o ver cosas bonitas en ellas. Digo disfrutar en el sentido de experimentarlas sin esperar nada más. Inspirar y espirar sin esperar placer, sin esperar revelaciones, sin esperar iluminación. Solo inspirar y espirar.

Una vez se acaba la sentada, sigue siendo lo mismo. No esperar que me vaya bien, no esperar que me vaya mal, simplemente experimentarlo, sin aferrarme. Ecuánime. Imperturbable. 

martes, 1 de febrero de 2011

Salir del mundo

Aprovechando que estoy de exámenes, he estado leyendo un montón de páginas sobre gente que ha decidido "salirse del mundo" y vivir con menos, con nada, sin dinero, alejados del mundanal ruido, etc. Muchos de los links los podréis encontrar si buceáis por aquí.

Mucha de la gente que toma este tipo de decisiones hace buenas críticas a la sociedad de consumo, al esclavismo de nuestros trabajos, al uso del dinero. Y salirse de todo esto, ya sea irse a la montaña a comer raíces o simplemente dejar de comer en McDonald's y usar más la bici, es una opción respetable.

Pero la cuestión es si realmente solucionamos algo yéndonos del mundo. ¿Es acaso el mundo la fuente de nuestros problemas? ¿Es culpa del capitalismo que suframos? Mirad en vuestro interior. Mirad de verdad. El sufrimiento no está causado por el mundo, sino por nuestra reacción a él. Vale que hay gente que vive en situaciones muy jodidas (hambre, indigencia, maltrato...), y no digo que cambiarlas no facilitará las cosas. Pero, al final, los patrones que nos hacían sufrir en primer lugar siguen ahí. Así que seguiremos sufriendo.

El verdadero fin del sufrimiento llega cuando todos nuestros prejuicios y opiniones son abandonados, cuando no distinguimos entre la ciudad y el campo, cuando vemos igual una puesta de sol y un vertedero, cuando el deseo de ser alguien, alguien fuera o dentro del sistema, desaparece.

"El Gran Camino no es difícil, para aquel que no tiene preferencias" 
Sengcan