miércoles, 26 de diciembre de 2012

Y esto de la meditación...¿te ayuda?

A veces la gente me pregunta cuánto ha cambiado mi vida desde que medito. O si me siento más calmado o en paz, o cosas así. Antes solía responder que sí, que claro, que la meditación había cambiado completamente mi vida, que ahora no me enfadaba por nada y que todo era estupendo. Supongo que debía de sonar como este tipo. Si enfocas la meditación así, es como si fuese otro tipo de terapia. Como ir al psicólogo, o algo así. Cambias las cosas que no funcionan para resolver un problema.

Entonces empecé a darme cuenta de algo curioso. A pesar de que afirmaba con orgullo que ya no me enfadaba nada, eso no era verdad. Había cosas que me molestaban. Otras me ponían triste. Y claro, no se me notaba mucho (y asumía que eso era parte de la meditación) pero estaba ahí. Intenté echarle la culpa a los períodos en los que no meditaba: "Tengo que meditar más", me recordaba. Pero incluso cuando meditaba dos horas al día como un reloj, me seguían pasando estas cosas.

Entonces, ¿de qué coño sirve esto?

La historia es que todo eso está mal enfocado. La meditación no es terapia. La meditación no te cambia y te hace estar tranquilo siempre y que nada te moleste. Puede afectarte de esa manera, y ciertamente hay gente como el señor del vídeo que lo enfocan así. Pero la meditación apunta a otra cosa.

Puedes tirarte media vida intentando controlar tus brotes de ira. Puedes intentar superar tus miedos. Puedes resolver tus traumas. Pero lo más probable es que te mueras a medio camino. Somos muy complejos, y estamos muy jodidos. Así que intentar resolver todos los problemas es poco eficiente. 

El truco está en asumir que esas cosas van a pasar. Vamos a seguir enfadándonos. Las serpientes van a seguir dándome miedo. Seguiré teniendo un trauma con las alturas. Pero al meditar aprendemos qué cojones pasa en nuestras cabecitas cuando todo eso ocurre. Nos familiarizamos con los procesos mentales, y eso te permite relacionarte con el mundo de otra manera. Puedes estar enfadado, pero actuar como si no lo estuvieses. Parece complicado, ¿eh? Pero es lo que pasa.

Así que sí, la meditación me ayuda. Ya no me acuerdo de cómo era antes y si me enfadaba más o menos, o me ponía más o menos triste. Aunque sospecho que la meditación tiene efectos colaterales y te vuelve algo más tranquilo y calmado. Pero eso es lo de menos. Lo importante es que la meditación me ayuda a enfrentarme a mi vida, día a día, pase lo que pase.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hongzhi (VI) Olvidarse del mérito es realización

Sepárate de las alteraciones y enfréntate a lo que aparezca frente a ti. Ni una sola pizca se filtra desde el exterior. Las dos formas, yin y yang, tienen la misma raíz, y las diez mil imágenes solo tienen una sustancia.

Siguiendo el cambio y yendo con la transformación, el todo no se nubla por las condiciones previas. Entonces alcanzas la base de la gran libertad.

El viento sopla y la luna brilla, y los seres no se obstruyen entre sí. Después, relájate internamente y asume la responsabilidad.

La sabiduría vuelve y el principio se consuma. Cuando te olvidas del mérito, tu posición se lleva a cabo. No te dejes engañar ocupando puestos honorables; en vez de eso entra en la corriente del mundo y únete a la ilusión.

Trascendente, solitario y glorioso, conoce directamente que transmitir es mérito, pero que haber transmitido no es tu propio mérito.

martes, 6 de noviembre de 2012

Hongzhi (V) Realizando el trabajo del iluminado

El campo vacío no puede ser cultivado o probado. Desde el principio es totalmente completo, impoluto y claro hasta el final. 

Donde todo es correcto y suficiente, obtén el ojo puro que ilumina meticulosamente, completando la liberación. La iluminación implica llevar a cabo esto; la estabilidad se desarrolla al practicarlo. 

El nacimiento y la muerte originalmente no tienen raíz ni tallo, el aparecer y el desaparecer originalmente no tiene restos o signos de contaminación. La luz primordial, vacía y efectiva, ilumina la punta de la cabeza.

La sabiduría primordial, silenciosa, pero también gloriosa, responde a las condiciones. Cuando alcances la verdad sin mitad ni bordes, cortando el antes y el después, entonces comprenderás la totalidad. En todas partes, las facultades sensoriales y los objetos simplemente ocurren. 

Aquel que saca su lengua ancha y larga transmite la lámpara inagotable, irradia la gran luz y realiza la tarea del gran Buda, desde el principio sin pedir prestado de otros ni un solo átomo fuera de la enseñanza. 

Claramente, este asunto ocurre dentro de tu propia casa.

domingo, 21 de octubre de 2012

Nuestra naturaleza original

Siéntate en el cojín, hasta que se te caiga el culo y no sepas decir dónde acaba uno (el culo) y dónde empieza el otro (el cojín). Inspira y espira, una y otra vez. Deja pasar el mundo a través de tí. No te aferres a nada. 

Cuando lleves haciendo esto un tiempo, es probable que empieces a experimentar tu vida de otra manera. El cambio será sutil. Quizás ni siquiera te des cuenta de que está ocurriendo, hasta que eches la vista atrás.

En el mundillo budista, ese cambio de percepción se conoce a veces como despertar "a tu naturaleza original", o también "a tu naturaleza búdica". Estás empezando a ver, dicen, "la verdadera esencia de tu mente". 

Todo eso está muy bien. Es una manera poética de referirse a los efectos de la práctica. Y si se queda ahí, no hay ningún problema. El problema empieza cuando se toman estas metáforas como si fuesen "la Verdad" (así, con mayúsculas), y empezamos a oír frases como que ese es el estado con el que nacemos, la naturaleza real del universo, la realidad última, la consciencia infinita que nos une a todos y de la que todos somos parte. Que solamente se trata de disfrutar de la vida tal y como la Naturaleza pretende de nosotros y que el hombre está hecho para amar a todo el universo.

Pero, ¿es así? ¿Realmente es así? Comprobar si ese es el estado natural de la mente es sencillo de ver: deja de meditar un par de meses y verás qué ocurre. ¿Puedes llamar "natural" a algo que se va tan rápidamente? Mi experiencia es que esa "naturaleza original" solo aparece y se mantiene con un trabajo constante detrás, y que el trabajo no acaba nunca. No vale quedarse quietos. No vale dormirse en los laureles. 

Cuestiónalo todo. No te aferres a nada. Sigue poniendo en duda hasta tu más pequeña creencia. Destripa tu mente hasta que no quede nada. Y repítelo, una y otra vez. No te confíes. No hay nada de natural en esto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Hongzhi (IV) Contemplando los diez mil años

Los monjes con el hábito remendado piensan fría y secamente y descansan de los restos del condicionamiento. 

Continuamente debes repasar y afilar esta parte del campo. Directamente, corta a través de toda la maleza. Alcanza el límite en todas direcciones sin profanar ni un sólo átomo. 

Espiritual y brillante, vasto y lustroso, iluminando plenamente lo que está delante de tí, directamente obtén la luz y la claridad resplandecientes que no pueden aferrarse a ninguna contaminación. Inmediatamente tira y arrastra al buey de vuelta por su nariz. Por supuesto que sus cuernos son imponentes y que pisotea como una bestia, y sin embargo nunca daña los brotes ni el grano de la gente. 

Vagando, acepta cómo van las cosas. Aceptando cómo van las cosas, sigue vagando. No te ates o establezcas en ningún lugar. Entonces el arado abrirá la tierra en el campo del eón vacío. 

Procediendo de esta manera, cada evento será aclarado, cada reino aparecerá completo. Una contemplación de los diez mil años consiste en empezar a no pensar en las apariencias. 

Así, se dice que el campo-mente contiene todas las semillas y que la lluvia universal las hace germinar a todas. Cuando el despertar florece, los deseos se desvanecen, y la fruta del árbol de la iluminación es el ser perfecto.

martes, 9 de octubre de 2012

Hongzhi (III) Enfréntate a todo, suéltalo y obtén estabilidad

Vasto y de largo alcance, sin límites, recluido y puro, manifestando luz, este espíritu no presenta obstrucciones. Su resplandor no brilla hacia afuera, pero puede considerarse vacío e inherentemente radiante.Su resplandor, inherentemente purificador, trasciende las condiciones causales más allá del sujeto y el objeto. Sutil, pero preservado, iluminado y vasto, tampoco se puede clasificar como ser o no-ser, o discutir sobre ello con imágenes o cálculos. 

Aquí mismo el pivote central gira, y la puerta se abre. Te adaptas y respondes sin trabajo y consigues tu objetivo sin obstáculos. En todas partes, muévete libremente, sin seguir las condiciones, sin caer en clasificaciones. 

Enfrentándote a todo, suéltalo y obtén estabilidad. Permanece con eso simplemente como eso. Permanece con esto simplemente como esto. Eso y esto se mezclan sin tener en cuenta sus lugares. Así, se dice que la tierra levanta la montaña sin saber de las agrestes pendientes de la montaña. Una roca contiene jade sin saber de la perfección del jade. 

Así es como verdaderamente se abandona el hogar, cómo abandonar el hogar debe promulgarse.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Hongzhi (II) La práctica de la verdadera realidad

La práctica de la verdadera realidad consiste sencillamente en sentarse serenamente en silenciosa introspección. Cuando has entendido esto las causas y condiciones externas no pueden hacerte girar. Esta mente, vacía y totalmente abierta, ilumina correcta y sutilmente. Espacioso y contento, sin dejarte confundir por pensamientos interiores de apego, supera efectivamente tu comportamiento habitual y date cuenta del ser que no es poseído por las emociones.

Debes ser tolerante, íntegro y no depender de otros. Tal espíritu honrado e independiente puede empezar a evitar situaciones degradantes. Aquí puedes descansar y ser limpio, puro y lúcido. Brillante y penetrante, vuelves inmediatamente, te adaptas y respondes y te ocupas de las cosas.

Todo está libre de obstáculos: las nubes flotan graciosamente hacia las cimas, la parpadeante luz de la luna se desliza por los arroyos de la montaña. Todo el lugar es iluminado brillantemente y transformado espiritualmente, totalmente libre y manifestando una clara y sensible interacción, como la caja y la tapa o el encuentro de las puntas de flecha. 

Continúa, cultívate y nútrete para poder promulgar madurez y obtener estabilidad. Si te adaptas en todo lugar con una meticulosa claridad y eliminas los bordes afilados sin depender de doctrinas, como el toro blanco o el gato salvaje (ayudando a suscitar asombro), entonces se te puede llamar una persona completa.

Entonces así es como actúa alguien en el camino de la no-mente, pero antes de realizar la no-mente todavía tenemos grandes dificultades.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Hongzhi (I) El campo brillante y sin límites

El campo vacío sin límites es lo que existe desde el mismo principio. Debes purificar, remediar, limar o quitarte de encima todas las tendencias que has convertido en hábitos aparentes. Entonces puedes morar en el nítido círculo de claridad.

El vacío absoluto no tiene imagen, y la recta independencia no depende de nada. Simplemente expande e ilumina la verdad original sin preocuparte de las condiciones externas. En consecuencia, se nos dice que comprendamos que ni una sola cosa existe. En este campo, el nacimiento y la muerte no aparecen.

La fuente profunda, transparente hasta el fondo, puede brillar radiante y responder sin restricción a cada mota de polvo sin emparejarse con ella. La sutileza de ver y oír trasciende los meros colores y sonidos. Todo este asunto funciona sin dejar huella, y refleja sin confusión. Muy naturalmente la mente y los objetos emergen y se armonizan.

Un sabio dijo que la no-mente promulga y lleva a cabo el camino de la no-mente. Promulgando y llevando a cabo el camino de la no-mente, finalmente puedes descansar. Avanzando, puedes guiar a la asamblea.

Con los pensamientos claros, sentándote silenciosamente, entra en el centro del círculo de las maravillas. Así es como debes adentrarte y estudiar.

Hongzhi

Hongzhi Zhengjue (1091-1157) fue un monje budista chino, de la escuela Caodong (que luego se convertiría en la escuela Soto japonesa). Esto lo estoy copiando directamente de su entrada en la Wikipedia, así que no es importante si os acordáis o no. Tampoco recuerdo el nombre del templo donde vivía ni los detalles de su biografía. Si os interesan, os remito de nuevo a la Wikipedia.

Conocí a Hongzhi gracias a mi amigo David, que me regaló el libro "Cultivating the Empty Field", traducido por Taigen Dan Leighton. No hace falta que pinchéis en todos los enlaces, es solo para los curiosos. Lo importante es que "Cultivating the Empty Field" contiene charlas que Hongzhi daba a los monjes que vivían en su templo, explicándoles cómo profundizar en la práctica de la meditación. También, de vez en cuando, hay lecciones que se pueden aplicar en el día a día.

El lenguaje que usa Hongzhi es oscuro, oscurísimo. Tan oscuro que nunca sabes muy bien de qué cojones está hablando. Pero de eso se trata. Como a muchos chinos antes y después de él, Hongzhi juega con el lenguaje para hacernos profundizar y librarnos de intelectualizar demasiado. Es por esto que Hongzhi es tan difícil de leer, y por lo que sus enseñanzas no son conocidas en el mundo entero. Digamos que no es para todo el mundo.

Hace unos meses, David y yo comenzamos a traducir (con mucha dificultad) parte de las charlas que aparecen en el "Cultivating the Empty Field". Esas traducciones son lo que voy a publicar en las próximas entradas.

No se puede entender a Hongzhi sin meditar. Si no meditas, te recomiendo que te leas esto y empieces antes de ponerte a descifrar las locuras del chino. Es importante leer a Hongzhi sin querer entenderle del todo. Las preguntas que nos plantea son buenos revulsivos para la meditación, y nos impiden dormirnos de los laureles y pensar que "ya lo sabemos todo". Nunca lo sabemos todo. 

Espero que su lectura os inspire como me inspiró a mí.


domingo, 15 de julio de 2012

Emma Stone y el ciclo del samsara

El año pasado os contaba de mi pequeña pero sana obsesión con Natalie Portman. Como adelantaba en aquel post, Natalie no ocuparía eternamente mi corazón y sería tarde o temprano sustituida por otros menesteres...y así ha sido. Lo siento, Natalie.

Ahora estoy enamorado de Emma Stone (como dice mi chica: "Tienes madera de drogadicto"). Lleva menos tiempo actuando que la Portman, y eso facilita mis actividades de acosador, pero no os voy a aburrir con eso. Tampoco os contaré los efectos que esta pequeña pero sana obsesión con la señorita Stone me están afectando, porque ya os lo conté en el otro post.

Entonces, ¿por qué escribo esta entrada? Bueno, aparte de que me apetecía poneros una imagen de Emma, lo que me ha llamado la atención de estar otra vez así es que, de nuevo, Gotama tenía razón.

Gotama decía que estábamos inmersos en lo que él llamaba la "rueda del samsara", una existencia cíclica en la que una y otra vez volvíamos a nacer y a sufrir. Todo el objetivo de Gotama era salir de este ciclo interminable.

Ahora bien, la mayoría de la gente suele entender que todo esto de la rueda del samsara se refiere a que morimos y renacemos como personas distintas y seguimos haciéndolo hasta el infinito y más allá. Y yo no sé si eso es así o no (os lo cuento cuando me muera). Pero sí que podemos experimentar este continuo caer una y otra vez en la misma piedra en nuestro día a día. Como me pasa a mí con Emma Stone y con Natalie Portman. Una y otra vez, sin parar. Siempre queremos más. Nunca es suficiente.

Viendo estas cosas me doy cuenta de por qué Gotama tenía tanta urgencia en dejar de jugar a este juego. Porque, si lo ves de lejos, es realmente cansino. Pero, inmerso en mi obsesión con Emma Stone, no siento la necesidad imperiosa de salir. A veces me entra el cansancio, pero se vuelve a ir. Por mucho que intento convencerme de lo contrario, todavía no me he cansado de dar vueltas.

miércoles, 4 de julio de 2012

El ataque de los ermitaños chinos (II)

Día tras día dejo ir las cosas,
¿por qué preocuparse sobre el mañana hoy?
Las cuatro aflicciones [1] son difíciles de predecir,
la riqueza y el honor no perduran.
Los pueblos al borde de lagos son engullidos por las lianas,
los caminos entre los ríos desaparecen entre hierbajos.
Estas cosas son fáciles de ver para todos
pero nadie está dispuesto a mirar.

[1] Las cuatro aflicciones son el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte.

Shiwu "Casa de Piedra" (1272-1352)


viernes, 22 de junio de 2012

Diferencias entre zen y vipassana

Una de las preguntas típicas cuando estás en el "mundillo" budista/espiritual/como sea es cuál es la diferencia entre la meditación zen y la meditación vipassana. Y yo, la verdad, es que no se la veo.

En el zen te dicen que esa meditación te lleva a cortar a través del velo de la ilusión y descubrir la realidad última o algo así. En los libros de vipassana afirman que aprendes a ver las cosas tal cual son (y suele ir así, en cursiva, para que te quede claro). Es decir, ambos tipos de meditación están diseñados para que sueltes tus ideas sobre lo que son las cosas y empieces a observar por tí mismo qué está pasando a cada momento. Nada de ideas. Todo experiencia.

Luego, el zen te dice que a medida que profundizas, te das cuenta de que todo está vacío de esencia, que todos los seres son interdependientes, que no hay "yo". Los vipassanitas te dicen que las cosas son impermanentes, insatisfactorias y sin esencia. Y que tampoco hay "yo".

Pero vamos a ver. ¿No habíamos quedado en que se trataba de experimentar las cosas por uno mismo y dejarse de ideas? Entonces, ¿por qué me machacas con todos esos conceptos? 

La experiencia es solo eso, experiencia. Los conceptos son pegatinas que les ponemos para entender y transmitir lo que ha ocurrido en esa experiencia. Y son necesarios, claro. Es lógico que en un sistema de enseñanza existan conceptos para guiar al practicante en su odisea. Pero aferrarse al concepto lleva al dogma. Y si uno no ve que su experiencia es vacía, o que no es insatisfactoria, entonces es que está practicando mal, es que no lo está haciendo bien. Y ahí está el problema. Buscar los conceptos parece ser típico nuestro; nos cuesta no hacerlo. Pero no debemos olvidar que el zen y el vipassana (sí, los dos) pretenden que te deshagas de los conceptos y te enfrentes a la experiencia desnuda, tal y como se te presenta.

Así que no os volváis locos si un zennie o un vipassanita os llena la cabeza de conceptos que no os son familiares ni comprensibles. Simplemente meditad. Usad vuestra respiración como ancla, y aprovechad eso para mirar sin prejuicios, sin expectativas. 

¿Qué es lo que ves?

miércoles, 13 de junio de 2012

El ataque de los ermitaños chinos

La canción de la ermita de techo de hierba
Shitou Xiqian (700-790)

He construido una cabaña de hierba donde no hay nada de valor.
Después de comer, me relajo y disfruto de la siesta.
Cuando se completó, aparecieron hierbajos vigorosos.
Ahora ha sido habitada, cubierta por los hierbajos.


La persona de la cabaña vive aquí en calma,
sin ceñirse al interior, exterior o a lo que hay entre medias.
Los lugares que la gente mundana habita, él no los habita.
Los mundos que la gente mundana ama, él no los ama.


Aunque la cabaña es pequeña, incluye el mundo entero.
En un metro cuadrado, un anciano ilumina las formas y su naturaleza.
Un bodhisattva del Gran Vehículo confía sin duda.
La persona normal o vulgar no puede evitar preguntarse:
¿Perecerá esta cabaña o no?


Perecedera o no, el maestro original está presente,
sin permanecer en el sur o en el norte, en el este o el oeste.
Basado con firmeza en la estabilidad, no puede ser superado.
Una ventana brillante bajo los verdes pinos...
Ni palacios de jade ni torres de bermellón pueden compararse con eso.


Simplemente sentado con la cabeza cubierta, todas las cosas descansan.
Así, este monje de montaña no entiende nada de nada.
Viviendo aquí, ya no trabaja para liberarse.
¿Quién organizaría asientos con orgullo, intentando atraer invitados?


Gira la luz para que brille en el interior, y luego simplemente vuelve.
No se puede encarar ni apartarse de la fuente vasta e inconcebible.
Conoce a los maestros ancestrales, familiarízate con su instrucción,
ata hierba para construir una cabaña, y no te rindas.


Deja ir cientos de años y relájate por completo.
Abre las manos y camina, inocente.
Miles de palabras, miríadas de interpretaciones,
solo sirven para liberarte de tus obstrucciones. 
Si quieres conocer al inmortal de la cabaña, 
no te separes de esta bolsa de piel, aquí y ahora.

lunes, 11 de junio de 2012

Menos mierdas y más meditar

No hay nada como una buena sentada para quitarte las gilipolleces de la cabeza.

"Practicad jhana, monjes. No seáis negligentes. No caigáis más tarde en el arrepentimiento."


martes, 22 de mayo de 2012

¿Por qué meditas?

Estoy discutiendo estos días con mis dhamma-buddies una pregunta importante: ¿por qué meditamos? O más bien, ¿por qué seguimos haciéndolo?

La semana pasada estuve tres o cuatro días sin apenas meditar. Cuando me di cuenta de eso, intenté hacer una especie de experimento: ¿qué pasa si no medito ni intento mantenerme atento a lo largo del día? Y lo que pasa es que mi vida se vuelve una mierda.

No me deprimí ni nada por el estilo, pero si me di cuenta de que empecé a buscar algo que diese sentido a mi vida, algo externo. Me empecé a preocupar por los efectos de la crisis económica, pensando sobre mi futuro y angustiándome por la incertidumbre. Estuve como casi siempre, pero no era lo mismo. Me faltaba un eje, un equilibrio.

Decía Dogen que sentarse en zazen es actualizar el satori o algo así. Yo no sé si tengo (¿se dice así?) satori, lo que sí sé es que lo que fuese que hubiese aprendido durante estos casi 6 años meditando no se estaba actualizando. Y uno puede vivir de las rentas un tiempo, pero llega un momento en que se acaba.

Así que, ¿por qué medito? Porque no quiero vivir la vida que se vive sin meditar.

jueves, 10 de mayo de 2012

No nihilismo

[Continúa esta entrada]

Inmerso hasta la médula en la sentada, todo se empieza a desmoronar. Dios, moral, nihilismo, el sentido de la vida o el absurdo se deshacen poco a poco, desprendiéndose y perdiéndose en el espacio. 

El enfoque cambia. Las preguntas sobre todo esto ya no es que no tengan respuesta, es que no importan. De repente, me veo en un sitio sin nada a lo que agarrarme, y solo queda un enorme...silencio.

Shhh.

Solo la experiencia de lo que está pasando aquí mismo, ahora mismo. Es lo único tangible. Lo demás son solo etiquetas.

Si quieres saber de lo que hablo, no te separes de esta bolsa de piel aquí y ahora.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Nihilismo


[Vuelvo a publicar por aquí, que me apetece escribir otra vez]

Últimamente estoy muy nihilista. No encuentro por ninguna parte que exista un bien o mal absolutos, o un sentido de la vida, o un algo más grande que nosotros. Nacemos, morimos y ya está, parece. 

Nuestra moral tiene todo el viso de ser evolutiva, e ir cambiando con el tiempo. Así, por ejemplo, la sensibilidad hacia el sufrimiento animal parece tomar cada vez más fuerza, hasta que en algún momento pase a ser algo reconocido, como la igualdad entre mujeres y hombres o el desprecio de la pena de muerte. Pero no parece que se deba a ninguna razón externa, sino al simple desarrollo de la humanidad.

Pensando de esta manera, resulta fácil caer en el "nada importa" y el "todo está permitido" porque, de alguna forma, nada importa y todo está permitido. Pero hay algo que sí que me importa. Y es que sufro, que estoy jodido. Y abrazar el absurdo de la vida no implica necesariamente dejar de sufrir.

Por eso, hundido en el nihilismo, las palabras de Gotama cobran más sentido que nunca: "Haz el bien. Evita el mal. Purifica tu mente".

[Sigue leyendo aquí]